Era navidad y yo no lo sabía...


Aprovecho que Daniel Gonzaga tradujo el texto en castellano y lo comparto en el blog

El sábado pasado seguí visitando las comunidades de nuestra diócesis. Normalmente lo hago los domingos, pero el P. Magagula (párroco) me habló de una de sus comunidades (San Antonio), que reúne el tercer sábado del mes para la celebración de la Misa. "Ellos estarán felices de verlo" me dijo y como siempre, no les haría saber que estaría allí. Sería una sorpresa como de costumbre.

De hecho, cuando llegué justo antes del mediodía no podían creer que el obispo estaba allí para presidir la celebración de la Misa. Sólo que esta vez ... el sorprendido también fui yo.

En mi camino a San Antonio ("Makhosini", no muy lejos de "Nhlangano") me preguntaba si las lecturas de la Misa serían la  del cuarto domingo de Adviento, o si sería ya las de Navidad. Yo sabía que el no tener la celebración de la misa todos los domingos, a veces celebramos "antes" y algunas veces "después" del día de la fiesta.   

Todavía podía recordar mi primera parroquia en Sudáfrica, hace 21 años (!!!) en la Misión de Piet Retief - Pongola. La primera misa fue en una estación remota, a unos 100 km de distancia. Al estar tan lejos y no poder estar allí con frecuencia, la Navidad fue celebrada una semana antes de la fiesta.

La sorpresa no fueron las lecturas.

Al llegar mucha gente de San Antonio ya estaba allí.

Cuando el líder de la comunidad les explicó quién era yo, me di cuenta de que no eran católicos. La comunidad católica había elegido ese sábado para celebrar la Navidad con los más pobres de la zona: los ancianos, los enfermos, los huérfanos.


Celebramos la misa juntos y después de la misa nos trasladamos fuera de la iglesia para comenzar con el programa.

Durante la misa algunas personas levantaron una tienda de campaña. Un coro de niños dirigió la oración. Mientras que los paquetes de alimentos eran traídos al lugar el Sr. Dlamini fue recordando todos los textos bíblicos que nos animan a mostrar nuestra fe en acción.

Los paquetes de comida seguían llegando. La pequeña comunidad había estado recolectando dinero y ... poniendo del suyo propio (!) para asegurarse que los que más lo necesitan tuvieran suficiente en esta época del año, que no sólo se caracteriza por la fiesta de Navidad, sino también por una grave sequía.

Se trataba de una "Navidad en acción". No era solo una representación navideña que siempre nos gusta tanto. Era más que el habitual intercambio de regalos. Se estaba dando algo a aquellos que no pueden darte nada a cambio. Una imagen de ese Amor incondicional de Dios que se hace uno de nosotros.

Sé que éste no es el único lugar en el que está sucediendo. Veo regularmente en "WhatsApp" fotos de las diferentes comunidades, cofradías, grupos de jóvenes ... haciendo exactamente lo mismo.

Se hace en silencio. Se realiza con gran alegría y sin duda trae alegría a aquellos que experimentan ser amados de una manera tan especial.